Parranda de San Pedro.[editar]
Según la tradición oral, una esclava de nombre María Ignacia que vivía en algún lugar de Guatire o de Guarenas (en la época colonial ambos poblados se encontraban en la misma unidad política-territorial, llamada "Cantón de Guarenas") viendo que su hija Rosa Ignacia no curaba de una fiebre muy alta ("una calentura") le pidió a San Pedro que intercediera por la sanación de su pequeña y si lo hacía, ella le prometía salir a bailar y a cantarle todos los días 29 de junio (santoral de San Pedro Apóstol). La niña sanó y la noticia de la promesa que había hecho María Ignacia se regó por toda la zona. Los demás esclavos decidieron acompañarla en su canto y baile por las polvorientas calles de Guatire (o de Guarenas, dependiendo el núcleo urbano más cercano del lugar donde surgió).
Pasaron los años y un día con María Ignacia enfermó (murió) su marido, para no romper la promesa que ella había hecho, decidió vestirse con sus ropas, abultar su abdomen con trapos (para simular embarazo) y salió a "parrandear". Lo acompañaban sus dos hijos varones. Con el pasar de los años, los esclavos siguieron pagando la promesa todos los 29 de junio: Un hombre se viste como María Ignacia, con una muñeca en sus brazos (Rosa Ignacia) y dos niños que siempre bailan cerca de "María Ignacia" que representan sus dos hijos. La tradición ha continuado hasta nuestros días.
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